Durante tres años, Francisco Pollock durmió en el negocio para abastecer la demanda de pan de la gente y, a pesar de la crisis de harina de los años setenta en República Dominicana, este emprendedor lograba hornear productos de calidad. Así inicia su historia de éxito.

    Publicado el: 25/06/18

    En 1978, Francisco Pollock sugirió a un amigo que deseaba ser emprendedor, que iniciara una panadería, jamás pensó que el negocio que sugirió a su amigo, se convertiría, unos años después y por vueltas de la vida, en su propia empresa. Aquel emprendimiento es la Panificadora Moderna, con más de 32 años de experiencia al servicio de los dominicanos.

    La travesía inicia cuando Pollock, de origen puertorriqueño, soñaba con instalar una compañía especializada en la preparación de alimentos precocidos creados a base de diferentes tipos de víveres, pero su situación económica apostaba en destruir esas metas; el destino jugó sus cartas cuando su antiguo amigo le cede la panadería que él mismo le había sugerido iniciar tiempo atrás.

    El hoy panificador no operó de inmediato, en cambio, buscó agenciarse de algo de capital al comprar y reparar un equipo de panificación que encontró en una subasta. «Reparé los equipos usados en el patio de la casa y, aprovechando un viaje que hice a Puerto Rico, los vendí a alguien que buscaba equipos allá», cuenta el empresario. Sin embargo, cuando regresó al país no pudo entregar la maquinaria que ya estaba vendida, pues su socio —que sí era panadero —, ya había buscado un local y tenía todo listo para montar la panadería. Aun con el nuevo revés, Pollock no desistió, y puso fecha para el inicio de operaciones: 31 de agosto de 1979.

    No obstante, la fortuna, o más bien la naturaleza, le jugaría una nueva pasada, pues el ciclón David azotó el país y la fecha se pospuso para el 14 de octubre. El tiempo y la espera dieron frutos, pues al abrir puertas decenas de vendedores acudieron a la fábrica para abastecerse. Hoy, Panificadora Moderna, que inició con 10 empleados, cuenta con 143 colaboradores comprometidos con la calidad y la excelencia, asegura Pollock. La panificadora ocupa un área de 1800 metros cuadrados y tiene su sede en la calle Paraguay número 194, en el ensanche La Fe.

    DIFERENCIACIÓN Y CALIDAD

    Panificadora Moderna trabaja bajo la insignia de la marca Dolly’s y, desde siempre, se ha preocupado por elaborar piezas de calidad y asequibles para el mercado local. Sus primeros productos fueron pan cubano, pan chorizo y pan de pasa, no obstante, luego de un tiempo, su portafolio buscó diferenciarse al incluir, entre otros, bizcochos, volcanes, coconetes, mantecados y galletas integrales, de ajo, ajonjolí, anís y vainilla, así como pasteles de piña, guayaba y espinaca, este último introducido desde hace un tiempo.

    Para seguir diversificando, la empresa cuenta con maquinaria de última tecnología, con la cual proyecta fabricar una serie de productos novedosos, además, «todos nuestros productos son analizados y certificados por el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI). Sin la previa aprobación del IIBI no salimos al mercado», afirma Pollock. En su plan de crecimiento, el empresario también ha contemplado atender diferentes puntos del país, algunos lugares ya disfrutan del pan de Panificadora Moderna, entre ellos: La Romana, Higüey, La Vega, Moca, Santiago, Baní y Rancho Arriba (San José de Ocoa) y Azua.

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    INNOVACIÓN

    Para Pullock la innovación es algo innato y su mejor aliada, por ello, no dudó al momento de fabricar y comercializar productos diferenciados, entre ellos, el pan de moringa, galletas de noni, pan de aguacate, cookies de piña, galletas de arroz, pan de tayota china, entre otros. Su inquietud lo llevó a ser el pionero en fabricar las Delicias Rellenas, un producto hecho de guayaba y piña. «Ahora pretendo crear unas tortas españolas dulces, ya estamos en la prueba de los ingredientes», afirma con orgullo.

    CONSEJOS VALIOSOS

    Francisco Pollock ha tenido un largo camino para aprender invaluables lecciones en estos años que ha estado al frente de la panificadora, entre ellos, afirma que los proveedores son algo más que suplidores, son amigos aliados del negocio, y que el triunfo de cualquier empresa es el equipo. Con esto en mente, día a día cosecha éxitos en la empresa que la vida se encargó en entregarle.