Tener un sueño y materializarlo es sin duda alguna una de las satisfacciones más grandes que un ser humano puede sentir. Y de esta forma, Carlos Centeno y su esposa Milgreth Eras, fundadores de la Panadería Monte Carlo, relatan su historia, una llena de pruebas y obstáculos, pero con un final feliz.

Todo inició cuando la joven pareja decidió migrar a la capital costarricense, San José, desde su natal Guanacaste (a 215 kilómetros de distancia), en busca de mejores oportunidades y con el firme propósito de tener su propio negocio. Carlos asegura que siempre fue su sueño desde niño, pues al lado de su casa había una panadería donde solía jugar con algunos restos de la producción del día. «Siempre dije que de grande iba a tener una; para cada cumpleaños siempre pedía que me regalaran un pan bien grande y mi mamá siempre me complació con ese deseo», cuenta.

CASI POR CASUALIDAD

Un aviso de venta en una de las calles de la capital costarricense fue la primera oportunidad que Carlos observó para comenzar a materializar sus sueños. «En el año 2001 me di cuenta que estaba en venta una panadería pequeña en US$4 mil, empecé a buscar el dinero en muchos lugares de ayuda gubernamental, pero no tuve suerte; sin embargo, seguí en busca del financiamiento. Una noche se me ocurrió hablar con una tía y ella accedió a prestarme los recursos para iniciar con el negocio», señala.

Para la familia Centeno-Eras, esta oportunidad se convirtió en una escuela empresarial, ya que formaron sus habilidades administrativas, financieras y de producción. Con los primeros ahorros abrieron una sucursal de Monte Carlo en la ciudad de San Sebastián, San José, negocio que llegó a brindarles estabilidad económica y la oportunidad de comprar una casa. En la actualidad, cuenta con cinco locales, cuatro en la capital y una en Guanacaste, además de un café instalado en su ciudad natal.

LA PASIÓN ES LA CLAVE

Según la Real Academia Española, el significado de emprendimiento es acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierra dificultad o peligro. Una definición muy acertada que describe el empinado camino de incertidumbre y desafíos al que se han enfrentado Carlos y Milgreth.

Para los propietarios de Monte Carlo es prácticamente imposible lanzarse a correr riesgos si uno no cuenta con un sueño que lo inspire. En su caso fue el deseo de tener su propio negocio, una panadería, así como una pasión profunda por ver ese anhelo cumplirse. De acuerdo con Milgreth, la capacitación, la perseverancia y la pasión por lo que se hace son elementos fundamentales para alcanzar los sueños. «Cuando usted tiene un objetivo claro, lucha por lograrlo y aunque se presenten obstáculos en el camino, busca una solución y no toma el camino fácil, que es rendirse», afirma.

INNOVACIÓN Y COMPROMISO SOCIAL

Conscientes del cambio generacional y de los hábitos de consumo de los jóvenes, hace tres años decidieron dar paso a un nuevo concepto de negocio, así nace Bread House, una cafetería y panadería artesanal diseñada para millennials.

El nuevo emprendimiento ofrece desde productos tradicionales de panadería hasta opciones artesanales, repostería, desayunos, así como una amplia gama de cafés. Sus propietarios afirman que este nuevo modelo de negocio llegó a darles personalidad, y los motivó a ofrecer algo distinto a los consumidores, además de abarcar a un público diferente al que venían sirviendo.

Como parte del compromiso social con Costa Rica y el mundo en general, los empresarios decidieron aplicar normas ecológicas en Bread House, este esfuerzo se suma a las acciones que realizan con el producto restante de sus locales, el cual pasa a manos de los más necesitados. Estos hechos forman parte de su actuar como seres humanos conscientes de las necesidades de los demás. «Parte del éxito de los negocios es tener un compromiso social, con el producto que no se vende ayudamos a distintas instituciones para alimentar a los que lo necesitan, además trabajamos mucho en el tema de ambiente, que los procesos sean amigables; esto realmente vale la pena y nos permite desarrollar negocios sostenibles. Es un principio de dar y recibir», asegura Centeno.

MARCA CON SIGNIFICADO

El nombre de la panadería tiene un significado muy importante para la familia. Milgreth Eras comenta que al pensar en el nombre buscaban algo con significado y propósito. De esta forma decidieron que sería Monte Carlo, pues aseguran que la palabra «monte», es un lugar donde la gente busca a Dios y es alto, y Carlo es un homenaje al nombre su esposo.